Hace tan solo unos meses publicó 'Cruzamundos' (editorial Hidra), su primera novela y, desde el principio, causó sensación entre el público objetivo y el no tan objetivo. Incluso han llegado a calificarla como "un Verne para niños". El libro narra las aventuras de Jake y Cora, dos hermanos que se ven atrapados en Ilus, un mundo fantástico poblado por las más extrañas criaturas.
Aprovechando que coincidí con él en el Máster de Escritura Creativa de la Universidad Complutense de Madrid, he tenido la oportunidad de entrevistarle y conocer todos los detalles sobre la trepidante historia que acaba de publicar.
‘Cruzamundos’ es tu primera novela y en ella se refleja una innegable pasión por la escritura. Por eso, creo que hay una pregunta obligada que debo hacerte. ¿Qué lleva a alguien con una vida dedicada a la enseñanza y el teatro a convertirse en escritor?
Supongo que la escritura es algo que siempre ha estado ahí. Ya desde niño, cuando escribía mis historias a lapicero y con cientos de faltas de ortografía, observaba mi montón de papeles, observaba las novelas que había en casa, y pensaba: «Ojalá mis historias luzcan así algún día, con su portada, sus pastas, su olor a libro nuevo…».
Y mi contacto constante con el mundo del teatro ha reforzado aún más esa pasión por escribir. A fin de cuentas, la única diferencia entre la novela y el teatro es el soporte. Es el acto de contar historias lo que me entusiasma, ya sea sobre un escenario, por escrito, de forma oral, metiéndome en la piel de un personaje o dándole vida en las páginas de un libro. La tarea del actor a la hora de prepararse un personaje no difiere mucho de la del escritor que le da forma para incluirlo en su novela. En mi caso, son dos pasiones que no solo se complementan, sino que dan lugar a una retroalimentación que considero muy valiosa. Siempre he estado cerca de la escritura de guiones teatrales y creo que eso es algo que se refleja en mi estilo narrativo.
Con la enseñanza ocurre exactamente lo mismo. La docencia, como el arte de contar historias, es un acto de comunicación, de transmitir un mensaje, una información que debe calar en el receptor para que este saque sus propias conclusiones. Te sorprendería lo útiles que han llegado a resultarme a veces mis recursos de escritor en la docencia, y viceversa.
¿El hecho de que seas profesor de niños y jóvenes ha condicionado la elección del género, la literatura fantástica juvenil?
No tanto condicionarla como servirme de excusa para reafirmarme en ella. Supongo que si escribo este género y para este rango de edad es porque, cuando empecé a hacerlo, yo mismo tenía la edad del público objetivo y me inicié en la escritura con los temas que me atraían entonces. Con el tiempo, me he sentido cada vez más cómodo en dicho género y los temas fantásticos me han ido enganchando más y más. Es muy probable que siga trabajando este terreno, en el que aún me queda mucho por hacer, incluso con vistas a un público más adulto.
Donde sí me siento un poco condicionado, debo confesarlo, es en el sentido inverso. Mucho me temo que mi desarrollo como escritor influye irremediablemente en mi labor docente (hecho que algunos grandes pedagogos, como Rodari, verían como algo positivo). Como escritor-profesor, siempre abogaré por una educación interdisciplinar, en la que las distintas artes se enseñen en constante interconexión. Y en la praxis de mi docencia, no solo la lectura, sino también la escritura, gozarán siempre de un puesto de honor. Porque leer es ser inconformista, es creer que hay otras realidades posibles, algo más que el sistema preestablecido. Leer es ser libre. Y escribir es gozar como nadie de esa libertad.
Cuando me preguntas por influencias, podría hablarte de novelas, pero también de series, videojuegos, cine y bandas sonoras. Como toda novela de aventuras —y más aún al tratar la temática pirata—, supongo que 'Cruzamundos' tiene mucho de La Isla del Tesoro', de Stevenson. También hay quien ha establecido comparaciones con las obras de Julio Verne. Yo busco que mis novelas tengan un estilo muy cinematográfico. Esta en concreto ha recogido mucho de las películas de animación japonesas de Studio Ghibli, en especial de las de Miyazaki, como 'La Princesa Mononoke' o 'El Viaje de Chihiro'.
Las sagas de videojuegos 'Monkey Island' y 'The Legend of Zelda' tuvieron un papel especial durante mi infancia, y están muy presentes en ese bagaje cultural que me acompaña como creador, al igual que la película 'La Princesa Prometida'. Me gusta pensar que 'Cruzamundos' desprende cierto aire de nostalgia, que disfrutarán especialmente los lectores de mi generación; aquellos que ahora están entre los veinte y los treinta años de edad.
¿De dónde surge la idea de incluir un bestiario entre las páginas del libro?
Lo cierto es que surgió durante el propio proceso de escritura. Yo siempre he sido muy de hacer “incisos explicativos” en mis historias y esto ha sido una evolución de esa tendencia. Si te fijas, el primer inciso, el que refiere a los secuaces de Yoro Pluma Negra, aparece con el título NOTA DE UNA TRAGAHISTORIAS. En la siguiente descripción que tuve que afrontar —la de las caballenas— fue cuando se me ocurrió poner el título BESTIARIO DE ILUS y, metido en la piel de Clío —la narradora—, expliqué que a partir de ese punto incluiría más entradas de ese tipo. El resultado final ha sido todo un bestiario que, con la ayuda del magnífico trabajo de Verónica, supone un complemento visual y narrativo que hace mucho bien a la novela. Yo lo veo como una forma de romper con la monotonía de una narración lineal. Me alegro de que esté gustando tanto.
Jake y Cora, los protagonistas, son hermanos y creo que esto no es casualidad. Sé de buena tinta que vienes de una familia numerosa y por ello me pregunto si tus vínculos fraternales te han influido a la hora de ponerte a escribir.
Con el tiempo, valorando y echando un vistazo a todo lo que llevo escrito, me doy cuenta de que la familia es un tema recurrente en mis historias. Todo escritor tiene reflejos de su vida personal, incluso en literatura fantástica, y yo no soy una excepción. Además, las relaciones familiares conforman un tema universal con el que cualquier lector puede sentirse identificado en mayor o menor medida, y yo lo encuentro especialmente atractivo.
Si antes te hablaba de Jake y Cora, ahora quiero preguntarte por otros dos personajes, Bussy el Rana y la Gobernadora Lerna. Inevitablemente me recuerdan a Jabba el Hutt y a Padmé Amidala, de la franquicia Star Wars, ¿han tenido algo que ver o es mera casualidad?

Durante 290 páginas me he estado preguntando cuánto mide un shun, la unidad de medida de Ilus, en metros.
Bueno… No me compliqué demasiado… Un metro. Un shun equivaldría a un metro. Así pues, cuando Cástor Gemini realiza su prodigioso salto de veinte shunes de una muralla a otra de Alhena, está llevando a cabo un salto de veinte metros de longitud. Todo un récord.
Debo confesar que el primer borrador no incluía la palabra shun. Pero, revisando, me di cuenta de que esos pequeños detalles, como darle a Ilus su propia unidad de medida, son los que aportan riqueza a un mundo de fantasía. En los detalles está la magia.
En tu historia juegas continuamente con la dualidad entre el bien y el mal, representándola a través de los colores. ¿Qué significa para ti el color cobalto?
Es mi color favorito, ¿se nota mucho? En 'Cruzamundos' lo utilizo como seña de identidad de todo el mundo de Ilus, de su cielo, de su océano… Y también como símbolo de la magia: el núcleo del faro de Alhena, la mayoría de hechizos, los núcleos de los constructos… Todo lo relacionado con el poder y la energía está ligado al color azul. Excepto en el caso de Geryon, cuyos constructos y hechizos se identifican con el púrpura y el rojo. Ojo con el color púrpura en esta novela…

Fue una decisión editorial. Verónica ya había trabajado anteriormente con Hidra y no dudaron en llamarla cuando surgió este proyecto. Supongo que pensaron que su estilo encajaba muy bien con la historia… Y no se equivocaban.
Verónica ha hecho un trabajo increíble. Además, he tenido la fortuna de poder hablar con ella durante su proceso de creación, de poder darle mi visión de los personajes, de compartir referencias, e incluso música… Y el resultado, a la vista está, es maravilloso. Desde la magnífica portada, hasta esa flipante “foto de grupo” final, las ilustraciones no solo son preciosas, sino que además muestran a los personajes tal y como los imaginaba.
Tienes toda la razón: 'Cruzamundos' es mucho más gracias a Verónica. Me encantaría volver a coincidir con ella en un proyecto similar.
A título personal, como lectora, te felicito y de verdad espero que este libro sea el primero de muchos en tu haber, empezando por una segunda parte de ‘Cruzamundos’. ¿Barajas esa posibilidad?
Me encantaría regresar a Ilus. La trama está preparada para continuar. Antes hemos hablado de la riqueza de los detalles… Si te fijas bien, en los últimos capítulos de 'Cruzamundos' hay una sutil pincelada que es la clave de una futura entrega. Te daré una pista en primicia: está relacionada con el color púrpura y con ciertos ojos…
Por el momento, estoy trabajando en otros proyectos, entre los que se incluyen desde una serie de novelitas para un público más infantil, hasta una nueva novela del mismo rango de Cruzamundos y otra de un rango mayor, más oscura, para un público joven-adulto.
Lo importante es seguir trabajando, seguir aprendiendo y mejorando, y avanzar en el arduo pero maravilloso camino de la literatura. 'Cruzamundos' me ha permitido asomar la cabeza a este universo y es un viaje que pienso aprovechar.
(Booktrailer de 'Cruzamundos')
Y hasta aquí la entrevista. Los amantes de la literatura fantástica van a tener que seguir muy de cerca la prometedora carrera de Gabriel Sánchez García-Pardo, porque parece que los pequeños Jake y Cora aún tienen muchos mundos por cruzar y que el color purpura va a dar mucho de qué hablar.