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Reseña del cómic 'La metamorfosis' (2003), de Franz Kafka, adaptado por Peter Kuper

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'La metamorfosis', novela firmada por el escritor austriaco de origen judío Franz Kafka y publicada por primera vez en 1915 bajo el título alemán 'Die Verwandlung', se encuentra entre mis libros favoritos y recomiendo de manera ferviente su lectura a todo el mundo.

Lo más interesante de esta historia es la multitud de interpretaciones posibles a su argumento, siendo tomada popularmente como una autobiografía muy exagerada del propio Kafka pues, a través del malogrado Gregorio Samsa, el autor expresa su percepción del mundo y de sus malestares físicos. Otra interpretación común pasa por reflejar y criticar el concepto de egoísmo y cómo este puede darse en cualquier estrato, desde el grupo social más vasto hasta el más reducido, como un núcleo familiar.

Dado el especial interés que suscita en mí la mencionada narración, me sorprendió muy gratamente encontrar un cómic que la ilustre de una forma tan acertada como logra hacerlo Peter Kuper en su obra homónima. Si bien esta no es la única adaptación gráfica de 'La metamorfosis', creo que es una de las mejores. Si quieres saber por qué, sigue leyendo :D

El ejemplar con el que cuento es de una primera edición publicada en 2003, pero que no llegó traducida al castellano hasta 2007. Lo más significativo del tomo es que, en su totalidad, está creado por Kuper: texto, viñetas, ilustración de portada e introducción. 

Personalmente, me encanta cuando son los propios escritores los que dibujan exitosamente las historietas, ya que el acabado resulta absolutamente redondo e individual y este es el caso del volumen que nos ocupa. Con un estilo particular y poligonal en blanco y negro que recuerda a la técnica del linograbado, el autor logra transmitir la esencia de miseria y tristeza grotesca que se desprende del escrito kafkiano.

No obstante, hay un matiz a tener en cuenta. En algunos textos de Max Brod, compositor y periodista, amigo de Franz Kafka, se pone de manifiesto que este último no quería representar al insecto gráficamente en la portada del libro y, es más, durante la narración, tampoco concede numerosos detalles sobre la morfología del mismo.  A pesar de ciertas descripciones, como su tamaño o algunas dificultades derivadas de su nuevo cuerpo, cada lector podía imaginar e interpretar la forma insectoide del protagonista según su propia imaginación. Peter Kuper decide darle forma a su versión de Gregor, tornándolo en una especie de híbrido humanoide de escarabajo y cucaracha.

No puede decirse que esto sea un error en sí mismo, pero tal vez hubiese sido interesante respetar el halo de misterio creado por Kafka en torno a la criatura de cara a las viñetas, no haciendo tan explícita la hechura del "bicho". Obviamente, esto habría dificultado bastante la labor de ilustración, pero es posible que el acabado final derivase en un producto aún más contundente.

Para finalizar, no tengo mucho más que añadir salvo que, posiblemente, sea uno de los mejores cómics basados en una obra literaria de los que he leído. Me ha gustado mucho esto de contrastar clásicos de la literatura con sus versiones gráficas, así que es posible que muy pronto venga con una nueva reseña "comiclásica". ¡Hasta la próxima! :D
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