En total, el redondo tiene 6 cortes que se pasan volando, y eso a pesar de que algunos exceden los 5 minutos.
Sus ritmos cuentan con algún tinte de pop y tienen el don de cambiar el estado anímico. De hecho, seguro que si escuchas el álbum, más de una pista, como “Agua para mi sed”, te hará querer sacar el mechero y balancearte tomando la mano del de al lado. También es posible que otras canciones, como “Tabaco y sudor” te atrapen en su sensualidad.
Para concluir, un par de peros. El primero es que a la batería le falta presencia en algunos de los temas y; el segundo pero, ni siquiera es un pero. Ya he alabado la potente voz de Vio y me reafirmo. Sin embargo, estoy segura de que en este redondo todavía desconocemos de qué es capaz, pues es muy probable que tenga unas cuantas notas más escondidas en su registro… Tal vez, este sea uno de los ases que la banda madrileña se guarda bajo la manga para impresionarnos en futuros proyectos.
Sea como sea, es aconsejable seguir su pista. Esperemos que pasen los años y los sigamos escuchando, porque al menos yo, como dice una de sus letras, ni les quiero ni les puedo olvidar.
Puntuación: 9/10